jueves, 30 de octubre de 2014

CREMA DE REMOLACHA ASADA CON PESTO DE ESPINACAS Y PIPAS DE CALABAZA



Pero viendo las fotos, vaya usted a saber qué extraño brebaje hay en las copas ¿no? Hice esta crema, creo, a principios de octubre con intención de publicarla rápidamente. No quería tenerla en el escritorio mucho tiempo, porque ya sabes que luego se quedan ahí para los restos, pero al descargar las fotos vi que eran un poco "halloweeneras" y ahí  han estado esperando las pobres pacientemente hasta este momento. Con ese color tan rojo parece sangre ¿verdad? y, sinceramente, daba un poco de cosa hundir la cuchara en las copas y probarla. Os va a sorprender por el color y por el sabor. E incluso gustará a los que las remolachas no les hace mucho tilín y puede que os la pidan de nuevo. Entonces os quedaréis con la misma cara que yo al oír " esto se puede repetir ¿no?"


Ingredientes:

900 gr de remolacha
70 gr de espinacas baby
40 gr de pipas de calabaza
60 ml de aceite de oliva
1 diente de ajo
1 litro de caldo de verduras
2 cucharaditas de comino en polvo




Lavamos las remolachas y las ponemos en una fuente apta para el horno. Las llevamos al horno a 250º y dejamos que se asen  durante una hora o hasta que estén blandas. Entonces las sacamos del horno y dejamos que se enfríen un poco para proceder a pelarlas y cortarlas en trozos.

Mientras que las remolachas se están asando, prepararemos el pesto de espinacas y pipas de calabaza. No vamos a tardar nada porque se trata de triturar las espinacas, pipas, ajo, aceite y sal hasta que tenga la textura que a ti te gusta más, más pasado o con pequeños tropezones.

Por otra parte vamos a procesar las remolachas, caldo, comino y sal hasta que tengamos una crema suave.

Calentamos y servimos con el pesto encima.

Fuente: The French Market Cookbook, Clotilde Dusoulier

lunes, 27 de octubre de 2014

ENSALADA DE CALABAZA ASADA Y TRIGO DE ESPELTA



Mientras el verano y el otoño se lo juegan a los chinos para ver quién se queda hasta que llegue el invierno, nosotros nos beneficiamos de productos del otoño, como las calabazas, preparados en ensalada. Supongo que si tienes niños de aquí a unos días te vas a juntar con una cantidad considerable de pulpa de esta verdura a la que habrá que dar salida como sea. Siempre podemos hacer un bizcocho o una deliciosa crema pero y ¿una ensalada? Aprovechando que sigue haciendo calor vamos a asar la calabaza y a añadirle trigo de espelta, fácil de digerir y de encontrar en herbolarios.

Ingredientes:

370 gr de espelta
800 gr de calabaza
100 gr de queso feta
lechuga variada
40 gr de nueces
1 cucharada de miel
3 cucharadas de vinagre de manzana
1 cucharada de zumo de limón
5 cucharadas de aceite de oliva
tomillo
sal
tomates secos en aceite




Primero dejaremos los granos de espelta en remojo entre tres y ocho horas para que se ablanden. Yo los tuve cuatro horas. Escurrimos y ponemos en un cazo cubiertos de agua a que cuezan durante 30 minutos más o menos. Pruébalos para ver si están a tu gusto. Escurrimos y reservamos.

Ahora vamos a preparar la calabaza y para ello cortaremos la pulpa en trozos. Los ponemos en una fuente apta para el horno y los pintamos con la mezcla de la cucharada de miel y 2 cucharadas de aceite de oliva. Salamos y asamos durante 35  minutos o hasta que veamos que ya la calabaza empieza a estar tostada.




Cubrimos la fuente o plato en el que vayamos a servir la ensalada con una selección de lechugas variadas o brotes verdes. Encima vertemos el trigo cocido, la calabaza asada, el queso feta, los tomates secos en trozos y las nueces picadas. Aliñamos con el zumo de limón, vinagre, sal, aceite y tomillo fresco.


Fuente: Revista Saveurs.

jueves, 23 de octubre de 2014

CREMA DE LENTEJAS CON FOIE




Este plato es la mejor prueba de que unos ingredientes sencillos y una receta de andar por casa, de toda la vida y así de buenas a primeras sin ningún tipo de glamour, se viste de fiesta y de sofisticación con un poco de foie. O sea para dejar patidifuso a cualquier invitado. Porque si le dices a alguien que le vas a dar de comer un plato de lentejas, así sin más,  lo mismo te mira quien sea con mala cara y piensa que no te quieres esmerar o que es lo único que sabes cocinar. Y de eso nada de nada, que cocinamos mucho y muy bien. Pero si ofreces una crema de lentejas con foie, seguro que la mirada es diferente y se muere por probar ese colmo de sofisticación que has prometido. Es sin duda el poder de la palabra "foie" y raritos que somos los humanos también.

Antes de hacer la crema hay que preparar unas buenas lentejas, cremositas, con sabor a casa y recuerdos de nuestras madres en los tuppers que nos preparaban ¿verdad? Porque ¿hay algo más socorrido que un tupper de lentejas? Yo suelo tener siempre alguno grande y muchos pequeños con sobras de las otras veces que las he preparado y puedo asegurar que si abro esos tuppers pequeños a la vez comprobaré que la receta no es la misma. Para qué os voy a engañar cada vez las hago de una manera distinta y los ingredientes diferentes: con comino, sin comino, con curry, con las verduras muy picadas, con las verduras trituradas para que nadie sepa qué he puesto no vaya a ser que haya protestas, con un refrito de ajo y pimentón al final, sin él, con jamón, con chorizo, sin nada de eso que  se pega al riñón y que tanto nos gusta. En fin, según el día que tenga y los ingredientes que ronden por la nevera.




Eso sí, esta vez, como había que batirlas y para eso la Thermomix es perfecta, me he disciplinado y he seguido la receta del libro Thermomix 31.

Ingredientes para 6 personas:

350 gr de lentejas
100 gr de calabaza troceada
100 gr de pimiento verde
100 gr de zanahoria troceada
1 cucharada de pimentón
40 gr de aceite de oliva
2 dientes de ajo
100 gr de cebolla troceada
1 hoja de laurel
750 gr de agua
200 gr de foie


Dejamos las lentejas en remojo la noche anterior y al día siguiente las lavamos y escurrimos antes de ponerlas en el vaso. Añadimos todos los demás ingredientes y programamos 30 minutos, 100º, giro a la izquierda y velocidad cuchara. Pasado el tiempo comprobamos que estén tiernas y sino es así, programamos unos minutos más.

Hasta aquí, una receta estupenda de lentejas. Ahora las vamos a triturar a velocidad 7 durante 40 segundos o más tiempo si es necesario.

En una plancha bien caliente y sin grasa hacemos los escalopes de foie. Tiene que estar muy fríos para que no se derritan.

Servimos la crema de lentejas en unos cuencos o tazas con el foie y un poco de pimienta rosa.

La versión rápida de este plato (oye, que no siempre tenemos tiempo) es comprar unos botes de lentejas, triturarlas añadiendo algo de caldo o nata para que no quede la crema demasiado espesa y añadir el foie.

lunes, 20 de octubre de 2014

BROWNIES DE BOURBON Y NUECES PECANAS




Dos recetas seguidas de chocolate. Vaya, eso no es nada frecuente en Cook and Spoon ya que procuro alternar ingredientes para que encontréis variedad en las recetas. Pero hoy quiero celebrar algo y en las celebraciones en esta casa siempre hay chocolate por medio. ¿Y qué celebro? Pues que después del chasco tan enorme que Cáceres se llevó al no ser elegida capital europea de la cultura, el viernes nos llevamos la alegría de ser nombrados Capital Gastronómica 2015. Estoy deseando saber todo, todo lo que se va a llevar a cabo y que por supuesto contaré con pelos y señales. Desde aquí quiero invitaros a que vengáis a conocernos, a disfrutar de nuestra bonita ciudad medieval y a degustar todos nuestros productos y restaurantes. Atrio es el más conocido de ellos pero hay más, muchos más que merecen ser conocidos.
Bien, una vez dicho esto paso a comentaros la receta de hoy. Hacer brownies es fácil, muy fácil y agradecido porque en nada de tiempo tienes un dulce que gusta a todos, o casi todos, y que no precisa de horas de preparación. La verdad es que el Bourbon se nota en esta receta y mucho, así que podéis reducir la cantidad aunque, bueno, un día es un día ¿no?


Ingredientes:

200 gr de chocolate
125 gr de mantequilla
2 huevos
125 gr de azúcar moscovado
50 gr de azúcar
75 ml de Bourbon
2 cucharaditas de esencia de vainilla
175 gr de harina
1 cucharada de cacaco en polvo
125 gr de nueces pecanas en trozos




Como siempre que preparamos un bizcocho o brownie precalentamos el horno a 190º. Engrasamos un molde cuadrado de 20 cm.

Llevamos un cazo al fuego para derretir el chocolate y la mantequilla. Reservamos.

Batimos los huevos con los dos tipos de azúcar hasta que tengamos una mezcla cremosa y de un color beige claro. Añadimos el chocolate y la mantequilla derretidos, el bourbon y la esencia de vainilla. Incorporamos el cacao y la harina previamente tamizados para evitar grumos para finalmente añadir las nueces.

Vertemos la mezcla en nuestro molde y lo dejamos en el horno durante 25 minutos.

Fuente: Short and Sweet, Dan Leppard.

lunes, 6 de octubre de 2014

ISLAS FLOTANTES SOBRE NATILLAS DE CHOCOLATE Y GRAN MARNIER




Ya hemos abrillantado las ollas, cazuelas y cucharas y solo nos queda ir al súper y aprovisionar la despensa de aquellos ingredientes que solo usamos en otoño/invierno. Sí, porque soy muy cuadriculada y el chocolate solo lo uso en estas dos estaciones del año o en verano para hacer helado y solo helado. Me parece un ingrediente de lo más invernal, con calorías que nos ayudan a no pasar frío y a sobrellevar las cortas tardes invernales de frío y lluvia.

Y Aurélie en su propuesta para el reto del mes en la comunidad FoodBloggers Trotamundo me ha dado la excusa perfecta para hacer un postre que lleva chocolate (queda inaugurada oficialmente la temporada del uso indiscriminado del chocolate) y también quitarme un trauma de encima con el tema merengue. No te voy a contar mis frustraciones con el merengue pero ya iban camino de convertirse en algo serio. Creo que han sido unas cuatro preparaciones con el dichoso merengue que han acabado en la basura porque o quedaba chicloso o se partía y se hacía polvo con solo mirarlo. Pero esta vez ha salido y muy bien aunque tenía un miedo tremendo. Ya me veía publicando las natillas de chocolate, que están muy buenas no digo que yo que no, sin las susodichas islas flotantes.




Ingredientes para las natillas de chocolate:

3 yemas
2 cucharadas de cacaco en polvo
75 gr de azúcar
500 ml de leche
3 cucharadas generosas de Gran Marnier
50 gr de chocolate

Mezclamos en un cuenco grande las yemas, cacao, azúcar y Gran Marnier.

Calentamos la leche en un cazo y cuando haya hervido la vertemos lentamente sobre las yemas removiendo sin parar para evitar que se cuajen. Devolvemos al fuego y seguimos removiendo hasta que haya espesado o tenga la consistencia que te guste. Hay gente que prefiere unas natillas espesas y a otras nos gustan un pelín más líquida. Ten en cuenta que nos queda añadir los 50 gr de chocolate y que una vez que se haya derretido vamos a dejar que se enfríe en la nevera porque tienen que estar frías para servir el postre.




Vamos a preparar las islas flotantes y para ello necesitaremos:

3 claras
50 gr de azúcar
sal
3 cucharaditas de agua de azahar

Batimos las claras y un pellizco de sal con la ayuda de un robot de cocina hasta que hayan montado. Entonces vamos añadiendo gradualmente el azúcar hasta que esté brillante y finalmente el agua de azahar. Ya tenemos el merengue preparado. Bien, ahora cubrimos el fondo de un cazo con leche que llevaremos a ebullición. Con la ayuda de dos cucharas dejamos caer porciones de merengue que se cocerán un minuto por cada lado. Sacamos, dejamos escurrir y enfríar sobre un paño.

Servimos nuestro postre cubriendo el fondo de un plato o cuenco con las natillas de chocolate y después dejando caer suavemente la isla flotante. Terminamos con ralladura de mandarina. Una isla flotante no es suficiente, ya verás como te piden más, así que mantén cerca las que han sobrado de momento.  Y digo de momento porque ya verás cómo desaparecen. La sensación de algo esponjoso y cítrico junto con las natillas es ... Pruébala y me cuentas.


jueves, 2 de octubre de 2014

DE TOSTAS, SETAS, HIGOS Y QUESO



Si quieres que te diga la verdad prefiero el verano al otoño por los días largos y el calor, pero he de reconocer que da un gusto tremendo ir al mercado en otoño. Pasear entre los puestos de fruta y verdura, disfrutar de los colores y olores del otoño e imaginar qué voy a cocinar con setas, membrillos, naranjas, granadas, manzanas, coles, calabazas y batatas es todo un placer. Porque, sí, yo soy de las que va al mercado de la ciudad pequeña en la que vive y, ya de paso, de toda ciudad o pueblo que visite. Yo pensaba que era rareza mía, personal, pero parece que es algo genético que "sufrimos" las mujeres de mi familia. Ya te puedes imaginar cómo viene el maletero del coche cada vez que viajo. Me estoy acordando de aquella vez en la que el coche decidió dejarnos tirados a un par de kilómetros de casa y la cara que puso el conductor de la grúa cuando abrimos el maletero para coger lo que era más necesario, o sea todo, y vio la cantidad de bolsas con comida que teníamos. Creo recordar que hasta traía un par de bandejas con pato.

Como ya anticipé el lunes, hoy nos tocaba aprovechar ese rico pan que hicimos para unas deliciosas y otoñales tostas. En una se mezclan las setas, higos y queso gorgonzola y en la otra higos, queso fresco y anchoas. Fue en el mercado donde mi frutera me comentó que a su marido le encanta la combinación de higos con anchoas y de mi cosecha añadí el queso fresco porque si me dejan le pongo queso a todo. Es lo que tenemos los ratones.




Para las tostas vamos a necesitar:

pan
setas
higos
queso gorgonzola
vinagre balsámico
queso fresco
anchoas
aceite
tomillo

Para empezar cortamos unas rebanadas de pan que tostamos en el horno. Reservamos.

Limpiamos las setas, cortamos en láminas y rehogamos en una sartén con un diente de ajo muy picado. Cuando ya estén hechas, reservamos.

Mientras habremos lavado los higos y les habremos hecho unos cortes en forma de cruz. Añadimos unos trozos de queso gorgonzola y los ponemos en una fuente apta para el horno. Mojamos con un poco de vinagre balsámico y gratinamos unos minutos hasta que veamos que el queso está dorado.




Montamos la primera tosta poniendo una cama de setas encima del pan y terminamos con un higo y unas hojas de tomillo fresco.

Preparar la segunda tosta va a ser más sencillo. Una vez que el pan se haya tostado, lo cubrimos con queso fresco, encima unas rodajas de higo y finalmente unas anchoas. Solo queda terminarla con un fino hilo de aceite y unas hojas de tomillo.